ORIGEN DEL VINO: ¡LA LEYENDA!

El origen del vino está lleno de fábulas y mitos, hoy os vamos a contar una de mis preferidas, atribuida a Dioniso, dios de la fertilidad y el vino en la mitología griega.

Siendo Dioniso muy joven, mientras hacía un largo viaje, se encontró con un pequeño y frágil tallo de una planta, de un intenso y brillante color verde, que supuso ser una parra.

Pensó en llevársela para plantarla en el palacio, pero tuvo que buscar un recipiente para que no se marchitase.

La introdujo en un huesecillo de pájaro que encontró y continuo con su viaje. La planta creció tanto que tuvo que encontrar otro habitáculo, fue entonces cuando introdujo la parra, junto con el hueso de pájaro, en un hueso de león. Volvió a ocurrir lo mismo y ahora tuvo que buscar algo más grande, un gran hueso de asno fue lo que encontró y allí que introdujo la planta con sus dos envases anteriores.

Al finalizar el viaje quiso trasplantarla, pero no pudo separar sus raíces de los diferentes recipientes y la sembró junto con todos los huesos. Rápidamente creció y produjo unos grandes racimos rojos tan dulces como la miel. Dioniso los apretó y vertió todo el mosto en un recipiente de barro cocido, y fue así como elaboró el primer vino que ofreció a los hombres.

Al comenzar a beberlo, observo Dioniso las propiedades del zumo fermentado; al principio, los hombres cantaban alegremente (como los pájaros); cuando más bebían, mas valientes y fuertes se volvían (como el león); pero si abusaban de este maravilloso líquido, más rebuznaban y más tontos se volvían (como los asnos).